La agricultura moderna ha buscado cada vez más alcanzar la sostenibilidad económica, social y ambiental y eso exige que los emprendimientos agrícolas privilegien prácticas que apunten a maximizar la productividad con el mínimo costo y esfuerzo humano y con el menor impacto ambiental posible. Para atender a este fin, uno de los desafíos del sector es lidiar con la heterogeneidad de las propiedades rurales, pues las áreas utilizadas en la agricultura no son obligatoriamente uniformes, incluso dentro de pequeñas parcelas, presentando diferencias en el suelo, en la disponibilidad de agua, en la nutrición y sanidad vegetal y en relieve. Esas diferencias hacen que manejos específicos y diferenciados deban ser adoptados en la propiedad agrícola a fin de utilizar de forma racional los recursos productivos.

Las soluciones tecnológicas agregadas a lo largo del desarrollo de la agricultura permiten explicar científicamente las variabilidades observadas y ofrecen alternativas para la gestión localizada de los cultivos agrícolas con mayor precisión. Sin embargo, los aspectos ambientales no son debidamente abordados por el sector agrícola y, como agravante, hay una parte de la sociedad que culpa la agricultura moderna y las tecnologías involucradas en torno a ella de ser degradadores ambientales. Los recursos productivos necesarios para perfeccionar y elevar la productividad en los sistemas agrícolas, como los fertilizantes minerales, herbicidas, fungicidas, nematicidas e insecticidas, han sido constantemente señalados como contaminantes ambientales. Sin embargo, el uso racional de estos insumos, para aplicarlos sólo en la cantidad correcta, en un lugar adecuado y en el momento en que son necesarios, es un avance reciente y aún carente de investigaciones para su optimización. Además, la gestión responsable de los recursos hídricos es una condición primordial para la práctica agrícola sostenible, demandando investigaciones para el desarrollo de métodos y tecnologías que viabilicen el uso racional del agua en la agricultura, permitiendo la aplicación de láminas de agua con precisión en función la demanda hídrica de cada cultura y, consecuentemente, reduciendo lixiviados en cuerpos de agua.

La agricultura de precisión considera exactamente ese escenario: la presencia, distribución e intensidad de una condición específica que causa reducción en el rendimiento del cultivo agrícola debe ser identificada y recibir tratamiento diferenciado. En este contexto, el monitoreo remoto de la cultura en condiciones de estrés es particularmente importante en agricultura de precisión, ya que los costos relacionados con el intenso muestreo o manejo agrícola indiscriminado para toda área de cultivo pueden ser minimizados por el mapeo previo de las variables que causan caída de la productividad. Así, el uso de datos geoespaciales integrados a la agricultura, como herramientas de planificación, control y análisis de datos agrícolas, viabiliza el monitoreo de las variaciones espaciales y temporales de los factores que limitan la producción, orientando en el proceso de toma de decisión, en la aplicación de insumos en áreas específicas y en el manejo diferenciado de los cultivos en el campo de producción. Los resultados de la interacción entre Agricultura e Informaciones Geoespaciales son instigadores y prometedores. El intercambio de conocimientos y métodos entre las áreas seguramente contribuirá al avance de las fronteras de la ciencia y la tecnología, produciendo nuevos conocimientos y nuevos profesionales con perfil diferenciado y único. De esta forma, el Programa de Postgrado en Agricultura e Informaciones Geoespaciales albergará investigaciones estratégicas y será un espacio provechoso de generación de nuevos investigadores y profesores para ese sector estratégico para la economía nacional.

Histórico:

Autorizado para el funcionamiento a finales de 2018, el Programa de Postgrado en Agricultura e Informaciones Geoespaciales (PPGAIG) se originó de la unión de investigadores de las áreas de Ciencia de la Computación, Geociencias y Ciencias Agrarias. La formación del grupo fue una consecuencia natural del ambiente académico del campus Monte Carmelo de la Universidade Federal de Uberlândia, que alberga tres cursos en la gran área de Ciencias Exactas y de la Tierra (Ingeniería de Agrimensura y Cartográfica, Sistemas de Información y Geología) y dos cursos en la gran área de Ciencias Agrarias (Agronomía e Ingeniería Forestal). La proximidad de los docentes y discentes de estas áreas en el Campus ha propiciado un ambiente de colaboración interdisciplinario que ya demuestra un enorme potencial de innovación en ambas áreas del conocimiento.

En general, los objetivos del programa son:

i. Desarrollar investigaciones que posibiliten la aplicación de tecnologías innovadoras para sistemas de producción agrícola;

ii. Transferir conocimientos y métodos de un área a otra, generando conocimientos y disciplinas innovadoras a fin de alcanzar la formación de un nuevo profesional con formación básica sólida e integradora;

iii. Proporcionar la convergencia de las áreas actuantes del PPGAIG, especialmente a aquellas no pertenecientes a la misma clase, con el objetivo de contribuir al avance de las fronteras de la ciencia y la tecnología;

iv. Formar recursos humanos de alto nivel y distinto de los existentes, con capacidad de actuar en enseñanza, investigación y extensión.

Infraestructura:  

El PPGAIG uenta con 13 laboratorios de investigación estructurados en el Campus Monte Carmelo y todos bien equipados y aptos para realizar proyectos de investigación de alta calidad. Son estes: 

Laboratorio de Ciencia del Suelo,

Laboratorio de Microbiología y Fitopatología,

Laboratorio de Ingeniería de Agua y Suelo,

Laboratorio de Entomología,

Laboratorio de Fitotecnia, Manejo y Conservación del Suelo y del Agua,

Laboratorio de Análisis de Semillas y Recursos Genéticos,

Laboratorio de Genética y Bioquímica/Biotecnología,

Laboratorio de Detección Remota y Fotogrametría,

Laboratorio de Topografía y Geodesia,

Laboratorio de Cartografía y Sistema de Información Geográfica,

Laboratorio de Programación y Estructura de Datos,

Laboratorio de Sistemas Digitales y Arquitectura de Computadoras y

Laboratorio de Interfaz Humano Informática y Computación Móvil.

Además, el Campus UFU Monte Carmelo presenta biblioteca con varios ejemplares de libros y acceso a periódicos que proveen toda la estructura necesaria a los estudios de los maestrandos.